miércoles, 6 de febrero de 2013

Los niños que mañana construirán el mundo

Niños, adolescentes, jóvenes. Ellos serán los que mañana construirán el mundo, los que formarán la sociedad y tendrán el poder de transformarla. Y en cambio nadie se preocupa por ellos, por nosotros, nadie parece ver más allá de la semana que viene, de la subida de la prima de riesgo o de los años de gobierno de Rajoy. No, a nadie le interesa el futuro de esta sociedad, a nadie le importa nuestra educación. Es más, como si España se tratara de un kiosko, están vendiendo la educación por fascículos que en cada entrega suben de precio. Y aún así, nadie parece preocuparse, qué más da, en el instituto no se aprende nada. De qué sirven la sintaxis, la historia, las matemáticas, de qué sirve saber, leer, de qué sirven la cultura y el arte.

De qué sirven los valores y los principios, solo son sustantivos abstractos, tan abstractos que no significan nada, que solo perviven en los libros de ética. Los valores quedaron perdidos en el recuerdo de los hombres que lucharon por lo que tenemos, por lo que estamos perdiendo y ni siquiera lo sabemos. ¿Qué son la libertad, la igualdad y la fraternidad? Solo palabras huecas grabadas en las monedas de euro francesas. Qué irónico. Que los antiguos valores queden grabados en lo único que vale hoy en día. Pero amigos, que no os engañen, el euro no está enfermo, no, lo está la sociedad entera. Lo estás tú, lo estoy yo y lo están todas esas personas que ves por la calle. Sí, esa. Y esa también. ¿Qué haces cuando tus hijos están enfermos? Los llevas al médico. Y en cambio te da igual que mañana sean buenas personas o que estén tan enfermos como tú. No, si todos lo están qué más da. Si no está enfermo no encajará en la sociedad.

Formamos parte de una sociedad tan enferma, que a los que quieren sanar se les llama raros, y a los sanos se les tacha de locos 
Jiddu Krishnamarti

Muchas veces tendemos a atribuirle toda la responsabilidad de la educación a los profesores, en cambio, los padres tienen un papel crucial en la educación de sus hijos. Uno de los problemas más serios de los países del primer mundo (como si viviéramos en más que uno) es que no sabemos valorar lo que tenemos. Creemos que los derechos han estado y estarán siempre ahí, en cambio estos son un privilegio en esta sociedad. Denigramos a nuestros profesores, menospreciamos nuestra educación pública y no nos damos cuenta de que ella es la que nos hace libres, nos hace personas. ¿Por qué no enseñamos a valorar sus derechos y a luchar por ellos a nuestros hijos? ¿Es que solo deben aprender a cumplir las normas? Sí, las reglas son necesarias y hay que enseñarles a cumplirlas (cuando sean justas), pero nos olvidamos de enseñarles a ser libres. El "qué debes hacer" eclipsa el "qué puedes llegar a ser". ¿Es que no se cumplen los deberes con gusto cuando se conocen los derechos?

Además, educamos a nuestros hijos en una sociedad en la que no existe el respeto a lo diferente. Educamos a nuestros hijos en una sociedad en la que se debate a voces, en la que triunfa la ley del que grite más fuerte. ¿Cómo esperamos que nos respeten nuestros hijos cuando viven en una sociedad en la que el respeto brilla por su ausencia? No, los valores no nacen de la nada, no caen del cielo. Los valores se construyen cada día, los valores se demuestran, los valores no son solo palabras vacías con las que se nos llene la boca.

Sí, claro que la educación en las aulas tiene que cambiar. Pero la educación empieza en los hogares, la educación vive en las calles, en los libros y en la televisión, habita en nuestras palabras y nuestros pensamientos. La educación solo es reflejo de la sociedad, y esta sociedad está enferma. 

Hoy, hoy se está decidiendo el futuro. Hoy estamos recibiendo una educación los niños y los jóvenes que mañana construiremos el mundo. Pero mañana no solo seremos ciudadanos, ni profesionales, por encima de todo seremos PERSONAS.

Recomendado: Salvados "Cuestión de educación" http://www.lasexta.com/videos/salvados/2013-febrero-3-2013020300007.html

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